lunes, 31 de marzo de 2014

Respiro y...

No debe ser tan difícil decirte que sí
que yo sé que se me escapa de la cara y va a pasear contigo de la mano y se sienta a tu lado mientras yo me callo y disimulo e intento no decir lo que tú sabes y yo sé que me tiraría el día entero diciéndotelo pero no es el momento ni el lugar de hablarte de primaveras y olores y sangre que se altera y salta y brinca y vibra como las cuerdas de una guitarra de tu guitarra si la tocas la guitarra digo yo ya sé que tiemblo a veces cuando me ves y cuando no pero te imagino

No puede ser tan fácil decirte que hay brújulas que no señalan el norte pero sí tus manos y perderse es sinónimo de tus piernas en mi cama ven que te voy a hablar del presente como si hoy no acabara y mañana sólo fuera una continuación insana de tus ganas despertando a medianoche

Ven
ya sé que hablo demasiado y pocas veces digo algo pero si te nombro hay trapecistas cojos en mis cuerdas vocales que logran cruzar al otro lado y a veces incluso se me olvida la sangre las manchas en las paredes el miedo a la oscuridad y me gusta el mar sólo si luego vas a saber a sal y otras veces esto chiquito que me baila dentro cuando me dices eso que tú sabes y yo sé se hace grande y se abre paso rompiendo pulmones y miedos enquistados en las venas y cicatrices descosidas y me abre la boca para llegar a ti antes que nadie
y
te
suspiro.

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